viernes, 31 de diciembre de 2010

Prólogo

Dormida, en mi cama, vi como se levantaba y se marchaba. Vi como el hombre de mi vida se escapaba de mi vida como el globo que se le escapa al niño de las manos. Y esta vez estaba segura de que no iba a volver. Abrí los ojos disimuladamente para que no me viera y esperé a que se fuera. Me levanté y me puse a rebuscar toda la habitación para ver si encontraba algo, algo suyo... Pero no, no había nada. Se me ocurrió una idea. Sus regalos. Tenía en mi joyero guardada una cadena con una pequeña medalla que me regaló el con su inicial, la J. Entonces, todo lo deprisa que pude, me acerqué a mi cómoda y abrí el joyero. Y ahí estaba, una preciosa cadena de oro hecha exclusivamente para mí. La cadena era muy fina, de oro, y la medalla tenía la J con unos pequeños diamantes, mi piedra favorita. Me la puse corriendo y, con toda mi alma, deseé que aquella medalla no se separara de mí nunca. Porque era el único recuerdo que me quedaría de él, el único...

Tal vez no seas el sol, pero iluminas mi vida.

You are my world ♥

Tal vez para el mundo no seas nadie...
Pero para alguien eres el mundo.